Relaciones de pareja según los millennials, ¿cómo viven su amor?
Hay quien piensa que el amor siempre es igual y ha sido así en toda la historia, pero la concepción de ese sentimiento, y de cómo afecta a las relaciones de pareja, ha ido cambiando en cada época, en cada sociedad. Hasta hace no tanto, muchas parejas se unían por simples beneficios económicos o por conseguir contactos de poder. En algunos países esto sigue siendo así, y es que hay que recordar que la idea romántica de amor es bastante reciente y no tiene ni dos siglos de vigencia eso de casarse con la persona a la que “amas”.
Cada época tiene su propia visión sobre las relaciones estables, y el siglo XXI ha llegado para cambiar también toda la concepción que traíamos anteriormente a este respecto, consiguiendo romper con muchos tabúes y trayendo nuevas formas de entender las relaciones, como el poliamor o los amigos con derecho. Eso puede ser algo interesante para los jóvenes pero, ¿sigue siendo así cuando crecen? ¿Estará preparada la generación millenial para enfrentarse a las relaciones estables una vez hayan cumplido los 30, por ejemplo, y busquen un proyecto de vida más tradicional?
Híbridos y abiertos a mantener una relación abierta
Los millenials siempre se han mostrado como la generación que ha roto por completo con los tabúes tradicionales impuestos dentro de la pareja. En paralelo al auge de la lucha femenina y de los colectivos LGTB, esta generación ha mostrado su intención de cambiar las cosas en lo que a las relaciones de pareja se refiere, creando nuevas formas de estar juntos, como las relaciones abiertas. Todavía sigue siendo complicado encontrar a una pareja que se considere estable y que siga este precepto de poder acostarse con otras personas, pero es cada vez más común, sobre todo en los más jóvenes, que entienden que estar en pareja no significa forzosamente deber una absoluta lealtad sexual o amoroso a la otra persona.
Poliamor: puede haber más de una persona
Es uno de esos términos que los millenials han ido imponiendo en los últimos años, para designar a esas relaciones de pareja conformadas por más de dos personas. El poliamor se entiende como el sentimiento de estar enamorado de más de una persona al mismo tiempo, y la posibilidad de convalidar esas relaciones dentro de una misma. Aunque pinta muy bien sobre la teoría y es una de las formas de relación abierta más especiales, luego en la práctica resulta complicado porque todavía estamos muy metidos dentro de la monogamia tradicional, y es casi seguro que, tarde o temprano, los celos acabarán surgiendo en la pareja y esta se debilitará.
La tecnología, es fundamental para relacionarse
Estaba claro que el auge de Internet en casa y los smartphones iban a afectar también a las relaciones de pareja. Ahora tenemos mucho más fácil eso de ligar por Internet, a cualquier hora del día, incluso cuando ya tenemos pareja. Eso hace que las infidelidades sean más comunes, y de la misma manera, que la confianza en la pareja sea más complicada, porque estaremos temiendo siempre que la otra persona pueda estar hablando más de la cuenta con ese compañero a compañera que dice que es “solo un amigo”. Las redes sociales se han convertido igualmente en un escaparate para vendernos a los demás, para mostrarnos mejor de lo que somos, por supuesto, y también para compartir la vida de pareja con todo el mundo.
Estar juntos, pero en casas separadas
Otra de las peculiaridades de las nuevas parejas millenials es que normalmente cada cual tiene su propio espacio, su propia casa, y aunque están juntos, prefieren mantenerlo así antes que empezar a convivir. Esto ocurre sobre todo en los primeros años de relación, cuando la cosa todavía no parece tan afianzada. Después, si la pareja sigue adelante, es lógico que se vayan a vivir juntos, pero en muchas ocasiones, se mantiene esa diferenciación, porque esta generación considera imprescindible poseer su propio espacio y tener un sitio donde estar solos, a su aire, sin tener que estar cerca ni siquiera de su pareja.
Relación de amistad con derecho a roce
Es otra de esas relaciones que están comenzando a ser muy comunes en los últimos tiempos, aunque es cierto que esto siempre ha existido. Dos amigos que se gustan, pero que saben que no podrían estar como pareja estable, simplemente siguen siendo amigos como siempre pero de vez en cuando quedan para darse un homenaje en la cama. Se gustan, se divierten disfrutando del sexo y además, consiguen mantener esa relación de amistad, sin que eso afecte a que puedan ir buscando nuevas parejas. El ser follamigos es cada vez algo más común y está claro que puede ser una alternativa para determinados momentos, pero normalmente, con el tiempo, este tipo de relaciones acaba por tender a un lado o a otro y convertirse en pareja estable o simplemente seguir siendo amigos y punto.